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Las verdades de Temis

In Editorial
agosto 10, 2025

Estrenamos nuestra columna semanal con un artículo que desnudará la realidad política del país caribeño, a través de las recientes elecciones municipales en Venezuela.

Desde hace más de dos décadas y de manera cíclica, Venezuela se mueve en el lodazal de la no participación electoral, en la abstención, o en lo que algunos llaman la pataleta del jefe de turno que tenga la oposición.

Es increíble e irresponsable la forma como la actual dirigente cabeza de la oposición hizo un llamado a abstenerse en las últimas elecciones que se han realizado en lo que va del año, por esa irresponsabilidad mesiánica y demencial con la que pretende seguir dirigiendo la oposición: no llegarán más que a un nuevo fracasó en la conducción de la llamada oposición.

Lo triste es que siempre el caudill@ de turno en la oposición termina siendo peor que los que lo critican del lado de la acera roja, porque no hay nada peor que convertirse en todo lo que se supone combates y que no se den cuenta por la miopía política y la irracionalidad que sencillamente una y otra vez se y nos condenan al estruendoso fracasó que concluye en el más absoluto rechazó y olvido de quienes son los dueños de la soberanía, los que quitan y ponen liderazgos que en su búsqueda desesperada por salir del caos. Y éste, es producto de la falta de alternabilidad que requieren las democracias para vivir.

Hay que volver a la política del día a día, de calle, de visitas casa por casa, de escuchar al ciudadano más que hablarle de promesas vacías, las que sin poder real no podrán cumplir. Hay que hablarles a los ciudadanos con la verdad, y no desde la comodidad de lo que ellos quieren escuchar, ya que un líder real no hace arenga con frases bonitas que el pueblo quiere que le digan, un verdadero líder enfrenta y confronta a sus seguidores con la verdad, con la cruda y cruel realidad, y los invita a construir desde la verdad, una salida DEMOCRÁTICA, REAL, SOLIDA Y QUE PERDURE EN EL TIEMPO.

Venezuela no merece seguir en manos de un liderazgo que desconoce el rumbo y que con frases y discursos vacíos y carentes de veracidad y accionar que no llevarán a ningún lado.

Ahora bien les hablaré un poco de lo ocurrido el pasado domingo 27 poniendo cómo ejemplo dos municipios con situaciones totalmente distintas.

Del primero, municipio Villalba del Estado Nueva Esparta (Isla de Coche) sumado al primer desastre que enmarcaron estás elecciones, dónde siendo mayoría en la calle la oposición sigue empeñada en ser minoría en las urnas electorales, con sus cíclicos llamados a la abstención, pues no se les ocurrió nada mejor que ir divididos en ese municipio como en casi todos los 335 que componen el país. ¿Y qué trajo eso como consecuencia? Que la ya difícil tarea de ganar tratando de vencer incluso el llamado a la abstención se complicó más y se terminó perdiendo por poco más de 200 votos, solo porque la terquedad de un caudillo regional sacó de candidato a su nieto y le hizo perder a la otra opción opositora por un poco más de 200 votos en la mencionada municipalidad.

Estamos sin duda ante una doble irresponsabilidad e infame sobredosis de soberbia en ambos casos, pues, ¿hasta cuándo el ciudadano común se presta para que lo manipulen? ¿Hasta cuándo el ciudadano común sigue poniendo al frente de la conducción de la oposición a gente errática, sin criterio y si pericia política, para poder lograr los objetivos? ¿Qué más necesita esté pueblo que pasé, para reaccionar y no dejarse llevar por cuanto encantador de serpientes le pasa por enfrenté?

El segundo caso es nada más y nada menos que el del Municipio Libertador de Caracas o sea el Municipio de la Capital de la República.

Ésto es sencillamente el caso de indolencia política más grande que se ha vividos en Venezuela, Caracas no le duele a nadie, Caracas está huérfana de Padre y Madre, está tan maltrecha la Sultana del Ávila que la oposición que ya venía con plomo en el ala con el más grave e irresponsable acto de traición a la democracia, que tanto dicen defender, que fue ese llamado a la no participación, a la abstención, que entonces los que hacen el llamado justo y necesario a cerrar filas detrás de la participación van y ponen una plasta tamaño familiar extragrande y van divididos como prácticamente en todo el país (repito) y no son capaces de echar aún lado su enanismo intelectual y estratégico por el bien de los ciudadanos. Si bien no era mucho el tiempo para construir una sería opción para ganar la Alcaldía de Caracas, hay que ser demasiado irresponsables e infantiles para dejar nada más y nada menos que a la Capital de la República sin al menos dos Concejales que sumada la votación de las tres planchas de oposición presentadas, era lo menos que habrían sacado: dos voces que tendrían los vecinos de la Capital para poder decir que no se estaban limpiando las quebradas y el alcantarillas, dos voces que podrían haber alzado la voz por la dotación de los hospitales y colegios de la ciudad, dos voces que podrían defender los parques y plazas donde nuestros niños y abuelos van a distraerse. Pero no los egos de unos fanfarrones que no tienen ni con que fanfarronearm acabaron con la posibilidad de esas dos voces que pudieron convertir en dos faros para iluminar la larga noche de 4 años que nos separa de la próxima elección municipal.

Venezuela tiene que despertar y madurar políticamente, para entender que no es quedándose en su casa y no participando, como logrará conquistar el poder en los diferentes niveles de la vida pública nacional. Solo organizados y participando seremos libres, de manipuladores y caudillos de ofició.

EL PRECIO DE DESENTENDERSE DE LA POLÍTICA, ES SER GOBERNADO POR LOS PEORES HOMBRES. PLATÓN

TEMIS

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