
Por. Enrique Ramírez Yáñez
Y sucedió lo inesperado: El secretario general del ministerio de Relaciones Exteriores, el doctor José Antonio Salazar Ramírez, en ejercicio de las funciones que le delegó el ministro, adjudicó hoy el contrato para la elaboración de los pasaportes en los próximos años.
Petro reaccionó como uno espera siempre que reaccione Petro: con precipitada arrogancia, haciendo alarde de su ignorancia jurídica y de su desprecio por el Estado de Derecho, informó por su cuenta de X que se trataba de un acto de corrupción, que la empresa ganadora, Thomas Greg & Son, y sus socios colombianos, son unos corruptos, y que había declarado insubsistente al “traidor” secretario general de la cancillería. Devolvamos la cinta y miremos desde el principio el desarrollo de la comedia:
El canciller Álvaro Leiva, medalla de bronce en arrogancia – la de oro, ya sabe usted quién la ganó, y la de plata, nadie se la quita a ese otro fanático pedante, el ministro de Salud – abrió una licitación para contratar la confección de los pasaportes, pues el contrato vigente por esos días estaba próximo a vencerse. Uno de los requisitos del pliego exigió que los proponentes debían entregar una muestra del pasaporte que le venderían a la Nación, en caso de ganar el torneo, cosa que a mí me parece absolutamente normal y lógica: si yo quiero comprar unos zapatos, por ejemplo, lo obvio es que antes de pagar los mire con cuidado para cerciorarme de que el color me guste, que la talla me sirva, que no parezcan tan gomelos. Pero en el caso de los pasaportes, casi todos los proponentes pusieron el grito en el cielo, o mejor, en la cancillería, porque este gobierno está muy lejos del cielo – , alegando que tal requisito les haría incurrir en millonarios costos, dadas las normas de seguridad que exige un pasaporte, mientras que Thomas Greg & Son, dueño del contrato en ese momento vigente, iba en coche, puesto que producir un pasaporte no le significaba ningún costo.
El Comité Evaluador, integrado por Leiva, desestimó la queja y recomendó contratar con Thomas Greg, por ser el único oferente que cumplía con todos los requisitos. Su propuesta obtuvo mil puntos sobre mil. En este momento Petro saltó al ruedo, afirmando que era ilegal adjudicar contratos cuando había un solo proponente. Lo cual es falso, por cuanto el Estatuto de Contratación dice precisamente lo contrario. Pero así es el Derecho de la Izquierda.
Y el canciller Leiva, en línea directa con su jefe, dictó una resolución que declaró desierto el proceso – lo cual es abiertamente ilegal, porque la ley ordenaba adjudicar, pero así es el Derecho de la Izquierda -, ordenó abrir de nuevo el proceso, y, mientras se adjudicaba la nueva licitación, decretó una inexistente “urgencia manifiesta” y le adjudicó el contrato temporalmente a….¡Thomas Greg & Son!, el corrupto !!
Aquí aparece la Procuraduría, que le abre investigación a Leiva por sus arbitrarias determinaciones, y lo suspende del cargo. Petro encarga de la cancillería al doctor Murillo, quien se quita el bulto de encima y delega la contratación en el hoy “insubsistido” doctor Salazar Ramírez, y se va de viaje.
Salazar hace lo que en derecho corresponde, cosa insólita en este gobierno: 1. Revoca la resolución de Leiva en la que declara desierto el proceso. 2. Atiende la recomendación del comité evaluador, adjudica el contrato a Thomas Greg & Son, y, POR AHORA, salva a la Nación de perder una multimillonaria demanda, ya anunciada por el contratista.
Petro, eso dijo, declara insubsistente al secretario del ministerio, luego de tildarlo de traidor y de corrupto. Lo que le abre las puertas a otra demanda contra la Nación, porque al secretario del ministerio lo nombra el ministro, no el presidente, y en este contexto el acto de insubsistencia sería ilegal.
Pero si la insubsistencia no se ha producido, y la decisión la debe tomar el canciller Murillo, me pregunto: Este doctor, que hasta ahora ha sido tan aconductadito, de lo mejorcito que tiene este gobierno de ineptos, ¿estará dispuesto a incurrir en una arbitrariedad por complacer a su jefe, a sabiendas de que después tendría que pagar de su bolsillo el costo de los platos rotos, si Salazar demanda y gana su proceso?
Cuando se estrene la “temporada dos” de esta versión zurda de “Juego de Tronos”, lo sabremos…