
Me parece que el enemigo más grande que tiene el presidente Petro, se llama Gustavo Petro. No conozco ningún antecedente en la historia nacional de un presidente que haya despilfarrado tan fácil y tan rápido el capital político del que todos los mandatarios disponen al posesionarse. El único fruto que su “dañado y punible ayuntamiento” con el poder ha producido, en los nueve meses que lleva, no gobernando, sino escribiendo tuitters, ha sido el nacimiento de un elefantico, que vio la luz gracias a los buenos oficios de Benedetti y la señora Sanabria.
Nació con forceps, pero nació vivo, y crece aceleradamente. Ya tiene en su haber, incluso, un coronel que se “autosuicidó”, como dirían Maduro y Francia.
Pronto será un enorme mastodonte. ¿A cuántos más aplastará?
Enrique Ramírez