
El hasta ahora duque de York, presionado por sus continuas polémicas, se desvincula definitivamente de la casa real pese a que sigue negando las acusaciones que pesan contra él
El príncipe Andrés, el miembro más polémico de la actual familia real británica, ha dado un nuevo paso a un lado ante las constantes polémicas y acusaciones que pesan contra él.
La preocupación de Carlos III
La renuncia voluntaria del príncipe Andrés a sus títulos reales es un alivio para el rey Carlos III, que en las últimas horas estaba sopesando despojar a su hermano de sus distinciones ante los inasumibles escándalos que le acorralan.

Según publicaba este viernes The Times, el monarca estaba considerando arrebatar a Andrés el título de duque de York ante las últimas informaciones de su vínculo con el delincuente sexual Jeffrey Epstein y con un funcionario del Partido Comunista Chino involucrado en un escándalo de espionaje. El citado medio aseguraba que el rey estaba “considerando todas las opciones” para salvaguardar la imagen de la institución.
De haber optado por eliminar los títulos reales de Andrés, Carlos III habría necesitado la aprobación parlamentaria, un trámite que finalmente no será necesario tras la renuncia voluntaria del hermano del monarca.
El destierro del príncipe Andrés
Desde su retiro de la vida pública en 2019, tras la controvertida entrevista con la BBC en la que abordó sus vínculos con Jeffrey Epstein, el príncipe Andrés, de 65 años, comenzó a perder relevancia y privilegios dentro de la familia real británica. Según afirmó el propio Andrés en un comunicado al momento de su retiro, la decisión fue consensuada con su madre, la entonces reina Isabel II, quien le otorgó su consentimiento para dar un paso a un lado en sus funciones oficiales.
La situación se agravó en enero de 2022, cuando Isabel II tomó la determinación de retirarle sus títulos y patrocinios militares tras la negativa de un juez de desestimar la demanda por agresión sexual presentada por Virginia Giuffre. Esta acción significó otro golpe a la posición de Andrés dentro de la monarquía, aunque en ese momento logró conservar el título de duque de York y su nombramiento como Caballero de la Orden de la Jarretera. Así, aunque apartado de los eventos oficiales, continuó participando en encuentros familiares y algunas celebraciones tradicionales, como las salidas a la iglesia durante festividades.
El duque de York ha sostenido en múltiples ocasiones que no incurrió en ningún acto ilícito en torno a las denuncias. En febrero de 2022, llegó a un acuerdo extrajudicial con Giuffre, por una suma que no se hizo pública. Este acuerdo puso fin al proceso judicial, aunque no logró disipar del todo la presión mediática y el cuestionamiento público.
(Con información de infobae)