
Los medios de comunicación desde tiempos inmemorables ha sido herramienta para generar matrices de opinión que convenga al gobierno o élite reinante de turno.
El caso de Epstein es aberrante e inaceptable y la gravedad del mismo hace que deba ser tratado con responsabilidad; ha removido las fibras del mundo entero acaparando toda la atención cada vez que sale a relucir avances y detalles.
El problema es que con cada detalle, relato, avance o filtración de información se genera un caso mediático muy bien orquestado y dirigido hacia los más ingenuos o crédulos sin objeción, es justamente lo que está sucediendo ahora mismo con la expectativa que causa la revelación de la “lista” de famosos presuntamente involucrados en el caso Epstein.
Los medios digitales tratan el tema con cautela haciendo un resumen de las razones por la cuales será revelada la “lista” pero ninguno la muestra o publica un enlace donde se pueda corroborar, caso contrario a lo que sucede en las muy salvajes e irresponsables redes sociales donde circula una lista bastante básica sin carácter oficial, no hay membrete en la hoja, número de juzgado, una firma certificada y autorizada que de respaldo y veracidad a la lista.
Esa escueta lista ha circulado en las redes sociales en repetidas ocasiones y mucho antes de la fecha tope, lo que nos deja pensando si solo buscan likes mientras alimentan el morbo de quienes la leen o es objeto de ataque puntual a ciertas personalidades famosas que quizás son incómodas para los planes de alguno o de muchos.
Lo que si es cierto es que hay decenas de víctimas que esperan justicia, que aun falta mucho por saber en este caso y tratar de entender, recordemos que a la vista de todos Epstein era un respetable empresario, cuando en realidad solo era un macabro maestro del engaño.
Es muy delicado el tema como para hacerse eco de un fake news, desde siempre ha existido la manipulación mediática pero es responsabilidad de todos ser prudentes y certificar la información que difundimos.
The Citizen for the World