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Hambre, miedo y oscuridad: los duros relatos de los secuestrados por Hamas que fueron liberados

In Internacionales
noviembre 27, 2023

En la medida que algunos de los los rehenes han podido regresar a casa, los detalles de su dramática estadía en manos de los terroristas salen a la luz

Para dormir, una silla de plástico. Para comer, pan y arroz. Una espera de varias horas para poder ir al baño. A medida que los rehenes regresan a Israel luego de siete semanas en cautiverio de Hamas, han comenzado a salir a la luz detalles sobre las condiciones de su confinamiento.

Los 58 rehenes puestos en libertad en virtud a un acuerdo de cese del fuego durante los últimos tres días, en buena medida se han mantenido lejos de la luz pública y la mayoría sigue en hospitales en distintos puntos del país.

Casi dos meses después que los combatientes de Hamas los llevaron por la fuerza a Gaza durante una sangrienta incursión a Israel que dejó 1.200 muertos, la mayoría de los rehenes luce en estado físico estable.

La información sobre las condiciones de su cautiverio ha estado sumamente controlada, pero familiares de los rehenes liberados han empezado a compartir algunos detalles sobre las experiencias de sus seres queridos.

Merav Raviv, cuyos tres familiares fueron liberados por Hamas el viernes, dijo que recibían alimento de forma irregular y que principalmente comieron arroz y pan. Señaló que su prima y su tía, Keren y Ruth Munder, perdieron cada una alrededor de siete kilos (15 libras) en apenas 50 días.

Raviv dijo que sus familiares liberados relataron que tuvieron que dormir en sillas de plástico acomodadas en una habitación que lucía como una recepción. Detalló que en ocasiones tenían que esperar varias horas para poder ir al baño.

Ruth Munder, una rehén israelí liberada, poco después de su llegada a Israel (IDF vía AP)Ruth Munder, una rehén israelí liberada, poco después de su llegada a Israel (IDF vía AP)

Adva Adar, nieta de Yaffa Adar —una rehén liberada de 85 años— dijo que su abuela también había perdido peso.

“Contaba los días de su cautiverio”, relató Adar. “Regresó y dijo: ‘sé que he estado allá por 50 días’”.

Adar explicó que su abuela fue tomada como rehén convencida de que sus familiares estaban muertos, pero después se enteró que habían sobrevivido. De cualquier forma, su liberación fue agridulce: También supo que su casa había sido saqueada por los milicianos.

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