
Desde que Gustavo Petro llegó a la presidencia de Colombia el país parece haber perdido el rumbo
La sensación de un deterioro vertiginoso de las instituciones y actos de corrupción que rompen la barrera del asombro es lo cotidiano para los colombianos.
No han terminado de asimilar un escándalo de corrupción cuando ya empieza otro, asesinatos, teléfonos intervenidos, excesos de la familia presidencial y el inexistente decoro de la primera dama son los buenos días para los ciudadanos del país cafetero.
Para los colombianos todo esto no es fácil ni tolerable y por supuesto se lo han dejado saber en varias ocasiones al nuevo ocupante de la Casa de Nariño, prácticamente de una vez los colombianos se activaron y organizaron para expresarle al presidente que sus políticas no eran aceptadas por su evidente intención totalitaria y abusiva, salieron a las calles a llenarlas la Gran Marcha Nacional ondeaba banderas de Colombia en las principales ciudades del país, han sido varias las veces que en las calles los ciudadanos han gritado “NO A LAS REFORMAS” Y “FUERA PETRO”.
En estas multitudinarias concentraciones ciudadanas siempre hemos podido ver a los diferentes sectores del país, todos con un mismo sentir, con un mismo dolor de patria, todos con el mismo coraje.
En la marcha de las mayorías como fue bautizada la marcha del pasado 20 de junio pudimos ver con gratificante asombro las calles desbordadas, con gente de todas las edades y sectores, y nos llamó poderosamente la atención que en la tarima dispuesta en la Plaza Bolivar de la ciudad de Bogotá donde finalizaría la gran movilización capitalina había una especie de simbiosis armónica entre la sociedad civil y el sector político, no había protagonismos egoístas todos tenían un espacio, muestra de eso quedó evidenciado en es este video donde podemos ver a una de las senadoras opositoras más coherente y contundente del congreso colombiano junto a un líder de Sociedad Civil Organizada colombo-venezolana, nos entregan un poderoso mensaje y dejan en el aire muchas preguntas, como por ejemplo la que le hace el líder de Sociedad Civil Jorge Ebrath a la Senadora Paloma Valencia, dejando muy claro que los ciudadanos venezolanos huyen de una terrible situación; es correr a otras latitudes o morir en la mayoría de los casos, y en este particular Colombia ha sido la más empática y recíproca al recibirlos, pero como dice el señor Jorge Ebrath, ahora que hay relaciones abiertas entre ambas naciones si reivindicará económicamente Nicolas Maduro a Colombia por el inmenso gasto que le genera ser el país que más refugio otorga a los vulnerables ciudadanos venezolanos que huyen de la cruel tiranía impuesta en Venezuela.
Colombia está muy alerta como pudimos escuchar de la Senadora Paloma Valencia, no hay esfuerzo que sobre si de salvar el país se trata, la mayoría están dispuestos, y suman fuerza y coraje no solo por no permitir que Colombia sea destruida sino también que su vecina Venezuela pueda ser liberada, son naciones hermanas ahora víctimas de una misma realidad.
Esta monumental marcha fue tan contundente que el mismísimo Gustavo Petro no pudo contenerse y a través de un tweet intentó descalificarla, obviamente no lo logró porque las imagines hablan por si solas.
(The Citizen for The World)